lunes, 27 de junio de 2011

El Señor de las Cumbres



Acróbata de los abismos, se deja ver en los riscos de la Pedriza, trepando por entre las rocas modeladas por la erosión del agua y el viento; su figura se yergue con altivez, mientras olfatea el aire de estas sierras y vigila desde el pétreo pedestal, la figura del montañero que asciende por la senda, en pos de alcanzar la cumbre del Yelmo.
Al llegar el otoño, en estas sierras el aire restallará como truenos al entrechocar de sus astas, y a testarazo limpio dirimirá sus diferencias con sus posibles competidores, allá por el mes de Noviembre.
Mientras tanto desde lo alto de las peñas otea el horizonte sabiéndose señor de las alturas.

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