En estas fechas de finales de Mayo y principios de Junio, tiene lugar la paridera de las corzas, estas ocultan a sus crías entre la hierba, permaneciendo inmóviles , hasta que vuelve la madre.
Siempre hay gente que pensando que la corza los ha abandonado los recogen, nada más descabellado, pues supone una fatalidad para la cría que luego se verá, rechazada por la madre al no reconocerla por su olor y esta acción al final le condena a la muerte segura por inanición.
No debemos ni tocarlos y dejarlos hasta que vuelva su madre a alimentarlos.
Lo contrario supone condenarlos a una muerte segura.
El fin de este blog, no es otro que el de expresar y reunir inquietudes de todos aquellos que se recrean con la magia de un paisaje desde lo alto de una cumbre, mientras sienten la caricia del viento y de todos aquellos que se entregan con pasión a observar y estudiar la Naturaleza, con el fin de intercambiar conocimientos relacionados con el mundo que nos rodea y que debemos preservar para las generaciones venideras.