Esta corza limpia y lame a su retoño, casi recien nacido, para evitar con toda seguridad que su olor atraiga la presencia de depredadores y para reconcerle impregnandole de su olor.
Pasaran dos semanas hasta que esa librea que adorna su menudo cuerpo, y que le sirve de camuflaje, desaparezca y dar paso al pelaje de su madre, casi hasta la proxima primavera acompañará a su madre, sorteando todos los peligros que le acechan.
Si es macho comenzará a independizarse, las hembras suelen continuar algo más con la madre.
Esperemos que tenga suerte.

El fin de este blog, no es otro que el de expresar y reunir inquietudes de todos aquellos que se recrean con la magia de un paisaje desde lo alto de una cumbre, mientras sienten la caricia del viento y de todos aquellos que se entregan con pasión a observar y estudiar la Naturaleza, con el fin de intercambiar conocimientos relacionados con el mundo que nos rodea y que debemos preservar para las generaciones venideras.
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