lunes, 13 de agosto de 2012

ESTRAGOS DE LA SEQUIA

 Estos jóvenes y famélicos, ejemplares de corzo (capreolus-capreolus), con el pelaje rojizo apagado,sin brillo, flacos y hambrientos a tenor por su aspecto, pasan sed y no encuentran los nutrientes necesarios, lo que complica su subsistencia, todo es consecuencia de la pertinaz sequía que nos asola, esa escasez de lluvias y el aumento de las temperaturas, provocado por la mano del hombre, no solo ponemos en aprieto sus vidas, también los ecosistemas en los que viven.
Todo esto además aumenta el riesgo de incendios, provocados la mayoría de ellos por irresponsabilidad y de manera interesada por algunos, en busca de intereses mezquinos, relacionados con el dinero y la consecución de fines personales.
Esperemos que pronto lleguen las lluvias, que sacien su sed y puedan mitigar el hambre.

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